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Preparación15 min
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Cocinado20 min
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Raciones2
Ingredientes
Valores nutricionales
Información nutricional por ración
- Valor diario*
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Fructosa: 0,71 g
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Glucosa: 0,95 g
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F/G: 0,7
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Calorías: 38619%
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Hidratos de carbono: 39 g13%
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Proteínas: 41,7 g83%
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Grasas: 7,51 g11%
Procedimiento
Lo primero es preparar las patatas. Las lavamos bien, pelamos y cortamos en juliana muy finita y alargada.
Ponemos las patatas en agua y lavamos varias veces hasta que salga el agua clara. De esta manera suelta todo el almidón posible y no se pegaran ni se oscureceran demasiado al freir. Importante después secarlas bien con un paño limpio o papel de cocina, si no saltará el aceite.
A continuación freímos en abundante aceite, puedes hacerlo en aceite de oliva virgen extra o aceite de girasol, hasta que las patatas queden doradas y crujientes .Una vez las tengamos listas las retiramos en un plato con papel absorbente de manera que quitemos el sobrante del aceite y añadimos la sal.
Importante que el bacalao este desalado. Puedes comprar migas de bacalao y desmenuzarlas. Yo he comprado lomos de bacalao que al hacerlos un poco en la sarten los he desmenuzado y quitado la piel con facilidad, aunque en muchas ocasiones se mete en agua hirviendo durante dos minutos.
Desmenuza bien y con cuidado de que no se cuele ninguna espina. Una vez tengamos el bacalao desmenuzado en la sarten añadimos las patatas, rehogamos durante un par de minutos y añadimos dos huevos previamente batidos y con sal. Vamos mezclando e integrando todo en la sarten como si fuera un revuelto corriente. Hasta que nuestro plato tome ese color dorado característico de su nombre.
Para servir puedes acompañarlo de cebollino picado (la receta original lleva cebolla pero el cebollino le da un toque especial) y decora con unas aceitunas negras sin hueso
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