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Preparación15 min
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Cocinado15 min
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Raciones12
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Ready In30 min
¡San Valentín está a la vuelta de la esquina y qué mejor manera de celebrarlo que con unos deliciosos bombones caseros! Esta receta es perfecta para sorprender a tu pareja o simplemente para darte un capricho. La combinación del chocolate amargo con el sabor crujiente y sabroso de la crema de cacahuete y la quinoa hinchada hará que estos bombones sean irresistibles. Lo mejor de todo es que no necesitas moldes ni ingredientes complicados, solo unos pocos que son fáciles de encontrar en cualquier supermercado.
Opcionalmente, puedes endulzarlos con un edulcorante de tu elección. Yo he utilizado jarabe de arroz, un edulcorante apto para intolerantes a la fructosa. Además, estos bombones son aptos para intolerantes a la lactosa y sin gluten, siempre que utilices ingredientes certificados.
En el blog ya hablamos sobre los frutos secos. Lo ideal es que sean tostados, por lo que busca una crema de cacahuete elaborada con cacahuetes tostados. Personalmente, la prefiero con trozos crujientes. La mantequilla de cacahuete es apta, y según la Universidad de Monash, una porción de 50 g está libre de FODMAPs. En cuanto al chocolate, cuanto más puro, mejor, ya que tendrá menos azúcar. Por eso, lo ideal es que sea de un 85% de cacao o más.
Ingredientes
Procedimiento
En un bol, mezcla la quinoa hinchada con la crema de cacahuete (y, si lo prefieres, añade el edulcorante de tu elección, como el jarabe de arroz). Mezcla bien hasta que obtengas una masa uniforme.
Con las manos, forma pequeñas bolitas de la mezcla y colócalas sobre una bandeja plana. Llévalas a la nevera durante 1 hora para que se endurezcan un poco.
Mientras se enfrían las bolitas, derrite el chocolate negro y la mantequilla (o aceite de coco) en un recipiente, ya sea al baño maría o en el microondas. Mezcla bien hasta que el chocolate esté completamente suave y derretido.
Una vez que las bolitas estén frías, sumérgelas una por una en el chocolate derretido, asegurándote de cubrirlas completamente. Luego, colócalas nuevamente sobre la bandeja con el papel vegetal.
Llévalas nuevamente a la nevera hasta que el chocolate se haya solidificado y los bombones estén listos para disfrutar.
Si lo deseas, puedes decorar tus bombones con un toque extra de chocolate blanco o algún otro adorno, pero ¡ya estarían listos para disfrutar!
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